29 November 2022
By Cecilia Lazara*
The winds of change are blowing in Colombia. Despite the continued impacts of the COVID-19 pandemic and slow progress in the implementation of the peace agreement between the Colombian government and Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), there is a renewed glimmer of hope across the country. As of 7 August 2022, the newly elected government announced its commitment to adopt a Feminist Foreign Policy and a National Action Plan (NAP) on the Women, Peace and Security (WPS) agenda. What remains to be seen is whether actions will match the rhetoric, as Colombia still faces several challenges threatening peacebuilding processes. However, it cannot be denied that this progress is a direct result of feminists’ yearning and years of tireless advocacy for more inclusive and intersectional policies. One of the key actors leading these efforts is Alianza 1325 (Alliance 1325)[1], a group of feminist civil society organizations. Through their advocacy, they work to ensure that all voices — including those of young women — are meaningfully involved in the regional dialogues to realize an inclusive and participatory design of the NAP on WPS. The Global Network of Women Peacebuilders (GNWP) is proud to be a long-time supporter of our feminist allies in Colombia to ensure that women and youth are at the front and center of policy advocacy and NAP development.
Despite the progress, drug production and trafficking continue to be the primary fuels of the conflict, disproportionately affecting indigenous and rural communities. Weak protection mechanisms and lack of governmental presence in these areas are among the key obstacles to achieving “total peace,” as promised by President Gustavo Petro. In this sense, one of the key recommendations presented by the Truth Commission in June 2022 is the need to adopt a human security approach. The human security approach is a United Nations framework that focuses on preventing risks and pursuing comprehensive solutions. It is centered on people and the contexts in which they live based on respect for the protection of life and the principle of human dignity. Human security integrates the agendas of peace and security, sustainable development, and human rights. GNWP’s work in implementing the WPS and Youth, Peace and Security (YPS) agenda is founded on the human security framework. GNWP’s advocacy highlights the agency and leadership of local women and youth peacebuilders.
“We need a change, we want dialogue, we want peace,” stressed Lucy, a participant in the Young Women+ Leaders For Peace (YW+L) workshop held in Popayán, Cauca, on 25-26 August 2022. GNWP facilitated the training on women’s rights, leadership and peacebuilding in partnership with Red Nacional de Mujeres (RNM), and with the support of Global Affairs Canada’s Peace and Stabilization Operations Program (PSOP). 20 participants, including 18 young women and two gender equality allies from the departments of Cauca and Tolima, shared their priorities and voiced concerns about the increasing threats and attacks against human rights defenders and the worrying rates of child recruitment by non-State armed groups.
The YW+L workshop enhanced young women and gender equality allies’ leadership and peacebuilding skills. Participants collectively designed and led initiatives to address the root causes of violence in their communities. These young leaders use various artistic and creative methods to convey a strong and inclusive message of peace — a powerful strategy that GNWP promotes through its Girl Ambassadors for Peace (GA4P)[2] Read, Lead and Build. For example, in Cauca, young women organized social media campaigns with audio-visual materials to raise awareness about gender-based violence around the International Day for the Elimination of Violence Against Women on 25 November. Meanwhile, in Tolima, young women used community theater to promote gender equality and peace. On 12 November, they performed at the Festival Internacional Mujeres En La Escena (FIME) in Ibagué, Tolima, exposing the different types of abuses suffered by young women and demanding justice for all those whose voices continue to be silenced. As Lorena, one of the performers, stated, “if women are not the ones raising their voices, they are forgotten.”
Colombia still has many challenges, but we are grateful that women and young people are paving the way to peace.
GNWP thanks Global Affairs Canada Peace and Stabilization Operations Program for their continued support.
* Cecilia Lazara is the Regional Focal Point for Latin America at the Global Network of Women Peacebuilders.
[1] Alliance 1325: Women, Peace and Security is composed of feminist civil society organizations working rigorously in a participatory advocacy process to formulate the WPS NAP.
[2] Girl Ambassadors for Peace (GA4P) is the former name of the Global Network of Women Peacebuilders’ (GNWP) Young Women+ Leaders for Peace (YWL) program.
GNWP Reporta desde Cauca y Tolima, Colombia
En Colombia soplan vientos de cambio. A pesar del impacto causado por la pandemia del COVID-19, sumado al lento progreso en la implementación del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), en todo el país se percibe un rayo renovado de esperanza. El 7 de agosto de 2022, el nuevo gobierno electo anunció su compromiso para adoptar una Política Exterior Feminista y un Plan Nacional de Acción (PNA) sobre la agenda Mujeres, Paz y Seguridad (MPS). Lo que queda por ver es si estas acciones estarán a la altura de la retórica, ya que Colombia continúa enfrentándose a varios retos que amenazan sus procesos de construcción de paz. Sin embargo, no se puede negar que este progreso es un resultado directo del anhelo feminista y años de incidencia buscando políticas inclusivas e interseccionales. Uno de los actores clave que lidera estos esfuerzos es la Alianza 1325[1], un grupo de organizaciones feministas de la sociedad civil. A través de su incidencia, trabajan para garantizar que todas las voces – incluidas las de las mujeres jóvenes – participen de manera significativa en los diálogos regionales con el objetivo que el diseño participativo del PNA sobre MPS. La Red Global de Mujeres Constructoras de Paz (GNWP, por sus siglas en inglés) se enorgullece de apoyar desde hace mucho tiempo a nuestras aliadas feministas en Colombia para asegurar que las mujeres y la juventud estén al frente en la incidencia de políticas y el desarrollo del PNA.
Dichos anuncios representan un claro guiño al anhelo feminista, tras años de luchas incansables por políticas más inclusivas e interseccionales. Lo que queda por ver es si estas acciones estarán a la altura de la retórica, ya que Colombia continúa enfrentándose a varios retos que amenazan sus procesos de construcción de paz.
La producción y el tráfico de drogas siguen siendo los principales combustibles del conflicto, afectando de manera desproporcionada a las comunidades indígenas y rurales. Mecanismos de protección débiles e ineficientes, así como la falta de presencia del Estado en dichas zonas, son señalados como algunos de los principales obstáculos para alcanzar la “paz total”, tal y como prometió el presidente Gustavo Petro. En ese sentido, una de las principales recomendaciones presentadas por la Comisión de la Verdad en junio de 2022 es la necesidad de adoptar un enfoque de seguridad humana. El enfoque de seguridad humana es un marco de las Naciones Unidas orientado a la prevención de riesgos y a la búsqueda de soluciones integrales. Se centra en las personas y en los contextos en los que viven sobre la base del respeto de protección a la vida y el principio de dignidad humana. La seguridad humana integra las agendas de paz y seguridad, desarrollo sostenible y derechos humanos. El trabajo de GNWP en la implementación de la agenda de MPS y Juventud, Paz y Seguridad (JPS) se basa sobre este marco de seguridad humana. Precisamente, siguiendo estos principios, GNWP busca visiblizar la capacidad de acción y el liderazgo de las mujeres así como las y los jóvenes constructores de paz locales.
“Necesitamos un cambio, queremos el diálogo, queremos la paz”, instó Lucy, una participante del taller de Mujeres Jóvenes+ Líderes por la Paz (MJL+) celebrado en Popayán, Cauca entre el 25 y 26 de agosto de 2022. GNWP facilitó la capacitación sobre derechos de las mujeres, liderazgo y construcción de paz en alianza con la Red Nacional de Mujeres (RNM) y con el apoyo del Programa de Operaciones de Estabilización y Paz de Asuntos Globales de Canadá (PSOP). 20 participantes, incluidas 18 mujeres jóvenes y dos aliados por la igualdad de género de los departamentos de Cauca y Tolima, compartieron sus prioridades y entre otro temas expresaron su preocupación por las crecientes amenazas y ataques contra las y los defensores de derechos humanos así como por las cifras alarmentes sobre el reclutamiento de niñas y niños por parte de grupos armados no estatales.
El taller MJL+ ayudó a mejorar las habilidades de liderazgo y construcción de paz de las mujeres jóvenes y aliados por la igualdad de género. Las y los participantes diseñaron y dirigieron colectivamente iniciativas para abordar las causas fundamentales de la violencia en sus comunidades. Utilizaron métodos artísticos y creativos para transmitir un mensaje de paz fuerte e inclusivo. Cabe destacar, que esta estrategia es activamente promovida a través del manual ‘Leer, liderar y Construir’ diseñado por GNWP en el marco del programa Niñas Embajadoras para la Paz (GA4P)[2]. Por ejemplo, en el Cauca, las jóvenes organizaron campañas en las redes sociales con materiales audiovisuales para sensibilizar sobre la violencia basada en género en torno al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre. Mientras tanto, en Tolima, las jóvenes utilizaron el teatro comunitario para promover la igualdad de género y la paz. El 12 de noviembre, se presentaron en el Festival Internacional Mujeres En La Escena (FIME) de Ibagué, Tolima, exponiendo los diferentes tipos de abusos que sufren las jóvenes y exigiendo justicia para todas aquellas cuyas voces siguen siendo silenciadas. Siguiendo las palabras de Lorena, una de las intérpretes, “si las mujeres no son las que alzan la voz, quedán en el olvido”.
En Colombia siguen habiendo muchos retos, pero estamos agradecidas de que sean las mujeres y los grupos de jóvenes quienes estén allanando el camino hacia la paz.
GNWP agradece al Programa de Operaciones de Estabilización y Paz de Asuntos Globales de Canadá por su apoyo continuo.
[1] La Alianza 1325: Mujeres, Paz y Seguridad está conformada por organizaciones feministas de la sociedad civil que trabajan rigurosamente en un proceso participativo para la formulación del PNA.
[2] Niñas Embajadoras para la Paz (GA4P) es el antiguo nombre del programa Mujeres Jóvenes Líderes para la Paz (MJL) de la Red Global de Mujeres Constructoras de Paz (GNWP).